Cómo evitar que los neumáticos se pudran en seco durante el almacenamiento
Este artículo fue escrito por Howard Fleischmann. Howard Fleischmann es un especialista en reparación y llantas automotrices y el CEO de Community Tire Pros & Auto Repair, con diez ubicaciones en Phoenix, Glendale, Yuma, y Casa Grande, Arizona. Howard se especializa en la reparación de automóviles de servicio completo y el reemplazo de neumáticos y el cuidado de los vehículos nacionales / importados y camiones grandes. La dedicación de Howard a la Comunidad Tire Pros & Auto Repair ha ganado su equipo de múltiples premios y características, incluyendo el 2021 Phoenix Magazine AZ Estado 48 “Best of the Best!”, el 2020 “Mejor de Phoenix” en Reparación de Automóviles, el 2013 Master SBD premio, el 2013 Nacional “Top Shop” premio por Tire Review, el 2012 Campeones de la Diversidad Phx Business Journal, el 2009 BBB Premio a la Ética, el 2008 Phx Cámara de Comercio Impact Award -” Small Business of the Year”, y el premio ASU Spirit of Enterprise 2008. Howard se refiere a menudo como “The Car Guy” para las estaciones de televisión locales y es un habitual en el Canal 3 de TV Domingo, Good Morning Arizona mensual.
El mejor apósito de neumáticos para evitar la pudrición seca
El cuidado de los neumáticos debe ser una prioridad para todo propietario de un coche, camión, vehículo recreativo o remolque. Al fin y al cabo, los neumáticos son lo único que se interpone entre su vehículo y la calzada. El mantenimiento adecuado de los neumáticos no se limita a comprobar la presión del aire e inspeccionarlos en busca de signos de daños. Los neumáticos que permanecen inmóviles durante un período prolongado (piense en una embarcación personal que permanece inactiva durante más de la mitad del año en climas más fríos) pueden correr el riesgo de pudrirse en seco, un problema que es mejor evitar.
¿Qué es la podredumbre seca? La putrefacción seca se manifiesta generalmente en forma de grietas en el caucho. A medida que los neumáticos envejecen y se exponen más al sol, pueden perder su cubierta protectora de resina, lo que deja la goma inferior vulnerable a otros elementos naturales y hace que el neumático se vuelva quebradizo. Cuando esto ocurre, el neumático se vuelve más vulnerable a otros daños, lo que significa que puede quedar inutilizable rápidamente.
¿Qué causa la putrefacción seca de los neumáticos? La putrefacción seca en los neumáticos se atribuye más comúnmente a la inactividad. Si un remolque permanece en la entrada de su casa o en el aparcamiento durante mucho tiempo, sus neumáticos estarán expuestos a la intemperie y en la misma posición. Elementos como la lluvia, la humedad, la luz solar y el hielo pueden corroer la goma de los neumáticos con el tiempo. Por ejemplo, la exposición prolongada a la luz solar significa que los neumáticos están expuestos a los rayos ultravioleta, lo que puede ser una pesadilla para los revestimientos de resina antes mencionados en los que se basan los neumáticos para su protección. Además, el contacto prolongado con el suelo puede provocar la putrefacción de los neumáticos y puntos planos. Por último, la presión y el peso también pueden ejercer una presión significativa sobre los neumáticos y hacer que se degraden más rápidamente. Si tiene una carga pesada en su remolque y la deja descansando sobre las ruedas durante un periodo prolongado, los problemas pueden aparecer en forma de neumáticos dañados.
Cómo evitar que los neumáticos del tractor se pudran en seco
¿Con qué frecuencia inspecciona sus neumáticos? La próxima vez que lo haga, asegúrese de comprobar los flancos, los hombros y las ranuras de la banda de rodadura en busca de pequeñas grietas en forma de telaraña. Es posible que estas grietas sean podredumbre seca. Se trata del deterioro de los compuestos de caucho de un neumático. Cuando se produce este fenómeno, las superficies de los neumáticos se secan y se agrietan, lo que las hace muy propensas a romperse. Esto puede ocurrir en vehículos que permanecen parados durante mucho tiempo (durante una pandemia, por ejemplo), y provoca el desgaste prematuro de los neumáticos y la necesidad de sustituirlos. La pudrición seca de los neumáticos debilita su integridad estructural y es peligrosa para la conducción.
La causa más común de la pudrición seca es, sencillamente, no conducir el coche. Los compuestos de los neumáticos están diseñados para rodar y flexionarse por toda la banda de rodadura y los flancos. Cuando no se utilizan, las condiciones ambientales pueden hacer que se sequen. Los neumáticos parados tienden a envejecer más rápido. Los neumáticos de un coche aparcado están sometidos a una tensión constante en una sola dirección. Si un coche no se mueve durante un largo periodo de tiempo, esta tensión puede acabar provocando grietas en el flanco o el hombro.
Spray para neumáticos para evitar la putrefacción seca
A menudo, la gente tiende a juzgar la calidad de los neumáticos por el estado de la banda de rodadura. Aunque esto suele ser un buen indicador del estado del neumático, hay otro problema al que pueden enfrentarse los neumáticos y que no se muestra necesariamente en la banda de rodadura. Pudrición seca.
Las principales causas de la putrefacción seca son la inactividad del vehículo, la baja presión de los neumáticos, el calor extremo y también puede atribuirse a ciertos productos químicos expuestos a los neumáticos. Una inspección minuciosa de los neumáticos revela la presencia de finas grietas en forma de red en los flancos.
La pudrición seca se produce cuando los aceites y la humedad del interior del neumático comienzan a evaporarse, dejándolos duros, quebradizos y degradando la fabricación de los neumáticos. En pocas palabras, los neumáticos afectados por la pudrición seca NO deben ser conducidos. No son seguros.
Aunque ningún neumático es más susceptible a la pudrición seca que otro, piense en las condiciones que la provocan: Largos periodos de inactividad (almacenamiento diario y estacional). Alta exposición al calor (tardes calurosas de verano). Productos químicos (pesticidas, herbicidas, etc.). Todos estos son problemas a los que se enfrentan habitualmente los vehículos agrícolas y sus neumáticos.